El encuentro fue demasiado trabado, aunque el Canalla arrancó un poco mejor y marcó la diferencia gracias a la presión ejercida en todas las líneas. Además, el juvenil Gabriel Castillejos, movedizo por todo el frente de ataque, se las ingenió siempre para llevar peligro al arco defendido por Santillo. El gol llegó a los 24 minutos, en una jugada que parecía intrascendente hasta que Gervasio Núñez sacó un zapatazo desde media distancia y coló el balón al lado del palo. El más activo de Central, al menos en el primer tiempo, fue Jonathan Gómez. El santafesino de 19 años fue el más pensante dentro de un partido en el que escasearon las ideas.
En Racing, de entrada, estuvieron tres debutantes: Santillo, Ledesma y Cahais, aunque después también hicieron sus presentaciones con la camiseta albiceleste Velázquez y Brítez Ojeda. A la Academia le costó muchísimo armar juego colectivo. Tal es así que la única situación de riesgo llegó tras una gran maniobra individual de Lugüercio, quien sacó un derechazo desde el borde del área que finalmente atajó Broun.
En el complemento, los de Caruso amenazaron con reaccionar: un tiro libre de Cahais y un disparo de Lluy en los minutos iniciales hicieron suponer que Racing iba a decidirse en busca de la igualdad, pero sólo fue un espejismo que se diluyó al cuarto de hora. Los nervios de los jugadores visitantes se hicieron patente cuando el DT decidió sacar a Yacob y el capitán, visiblemente molesto, tiró la cinta y se fue de la cancha insultando.
Central pudo haber ampliado la diferencia de contraataque. Gomez estrelló un remate en el ángulo y luego Franzoia se perdió el segundo. El Canalla no hizo demasiado para quedarse con los tres puntos, pero los rosarinos terminaron justificando la victoria más por falencias ajenas que por méritos propios. Y así, con trabajo y sacrificio, los inexperimentados jugadores de Cuffaro Russo gritaron victoria en un partido ante un rival directo por el descenso, aunque todavía quede una temporada entera por delante.